viernes, 29 de octubre de 2010

Objeto Imposible

El otro día fui al médico, me dijo que tenía que ponerme una inyección de nosequemina para que no cogiera la nosequeosis. Maldito novato.... Me dejó el brazo hecho un colador, no sé cuantas veces me llegó a pinchar.

Mientras mi querido doctor estaba ocupado en su ardua y afanosa tarea de destrozarme el brazo, yo me iba acordando de toda su familia, desde el más pequeño de sus primos, hasta el tío que seguramente tuviera en Albacete.

Pero de repente, dejé en paz su árbol genealógico, y centré mis esfuerzos en encontrar la forma de venganza perfecta...(muahahhahahhaha), y la encontré. Con ella, le haría sufrir tanto a él como él me hacia sufrir a mi; aquí la teneis:


Aunque no sé si sería muy útil, porque no sé si habrá algún médico lo suficientemente estúpido para atender con ella a sus pacientes... pero bueno, como dijo Albert Einstein, solo hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana... así que, ¿quién sabe?  ;D.

1 comentario:

  1. Humm... Espero no tener que usar nunca una jeringuilla como esta (¡ni ver cómo la usan!), jeje.

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